Nosotros teníamos claro una cosa, un mix de viaje, parte cultural y parte relax, lo que viene siendo playas de ensueño, arena blanca, naturaleza, islas y como mínimo piñas coladas.

Nuestro destino cultural lo teníamos decidido. Ninguno de los dos había viajado a Nueva York, y los dos teníamos muchas ganas de ir. En Nueva York escogimos para hospedarnos el Hotel Room Mate Grace situado en la 45th street, a una manzana del Times Square.  También aprovechamos para hacer un visita guiada por Washington.

Las conexiones que nos ofrecían para hacer el mix completo era Riviera Maya, Punta Cana, Las Bahamas, etc. Al ir a finales de Julio y principios de Agosto era temporada de lluvias. Así que, entre las lluvias y que no queríamos el clásico Nueva York- Riviera Maya, porque preferíamos algo más exclusivo, los eliminamos de nuestra lista.

Otra de las opciones del plan relax-paraíso era Hawai o La Polinesia francesa. Unos destinos paradisiacos que ya nos veíamos quemándonos en la playa y con un cocktail afrodisiaco en la mano.

Teníamos más o menos la idea hecha así que tocaba escoger agencia. Hablamos con nuestros amigos y uno de ellos nos recomendó la agencia Viajes Rangali, expertos en viajes de Maldivas.

La idea de irnos a Maldivas después de Nueva York, nos chocaba un poco, eran dos extremos pero Maldivas se puso en cabeza de las opciones paradisiacas gracias a las gestiones de Viajes Rangali.

Nos ofrecieron hacer Madrid-NY / NY-Madrid / Madrid-Maldivas. ¿Descansar un día entre medias, y hacer cambio de maletas? ¿Por que no? Sonaba bien. Nos olvidamos de Hawai, Polinesia, etc y nos quedamos con Maldivas!

NUEVA YORK

Mejor Hamburguesa: Joint Burger (Le Parker Meridian) o JG Melon

Un partido:  De Beisbol

Un equipo: New York Yankees

Mejores vistas: Desde One World Trade Center

Mejor Musical: Los Miserables

Un paseo especial: Highline

Un barrio en el que viviría: West Village

Un postre: Cualquier cupcake de Magnolia Bakery

Mejor Tienda: M&M's en Times Square

MALDIVAS

En la agencia, nos ofrecieron varios hoteles (cada hotel es una isla) y la isla Kuramathi fue la elegida. ¡Que maravilla! Escogimos la opción de todo incluido, dos noches en una Beach Villa con Jacuzzi y cuatro noches en una Overwater. La comida estaba muy buena, y había de todo, pescado fresco, comida europea, frutas variadas y postres exquisitos.

Había dos infinity pools, una a cada extremo de la isla donde te servían una infinidad de cócteles.

Una de las mejores sensaciones que recuerdo: Ir descalza por toda la isla.

A pesar de ser una isla con tantísima vegetación no había ni un mosquito, las habitaciones muy limpias y los trabajadores, casi todos autóctonos, muy agradables con una sonrisa siempre en la cara.

Lo que nunca olvidaré: Hacer Snorkel, nadar con tiburones y tortugas, y ver toda esa variedad de vida marina. Fue una experiencia única.

Nos decidimos por Viajes Rangali por su profesionalidad, por su relación calidad-precio, y sobre todo por su cercanía con el cliente.

Siempre digo que Maldivas hay que ir una vez en la vida, no os podéis perder esa maravilla de paraíso, si os lo podéis permitir, id. Sinceramente no afecta demasiado al bolsillo, no es el viaje más barato, pero tampoco es el más caro; hay que saber elegir bien la isla y sobre todo la agencia donde reservéis el viaje. Yo ya sabéis cual recomiendo.

Puedo decir que es el viaje de mi vida, dos destinos perfectos, muy diferentes el uno del otro, pero los dos maravillosos. Si me preguntáis con cual me quedo, no sabría deciros, los dos son únicos. 

Y como siempre os digo, espero que os haya gustado el post, o por lo menos entretenido.

Besitos y abrazos

Carmen M.