Nos pareció un vestido muy fácil de llevar ya que aporta luz y paz a la novia, inspira un estado de relajación tan importante en un día tan lleno de emociones. Además, al tener tejidos tan vaporosos, es perfecto para las bodas de otoño o invierno, en las que hay más viento, reflejando esa fluidez que Nubia quería plasmar en su diseño.

Para The Ro Wedding Photo, la chaqueta y la capucha, así como la vaporosidad del tejido del vestido, la transportaba a otro lugar totalmente diferente, la transportaba a un bosque, en plena caída del sol, se imaginaba a una novia llegando al encuentro de su pareja entre ramas, flores y verde.

Por la combinación de ambos conceptos, se escogió El Parque Juan Carlos I de Madrid como escenario para la sesión, una forma de mezclar los colores tierra del desierto en lo que Nubia se había inspirado para el vestido, con los verdes del bosque que Sandra visionaba y para atar todo en un ambiente boho y romántico (objetivo de la sesión), se escogió el atardecer, momento del día en el que se mezclan los colores cálidos del día, con los fríos de la noche, una combinación perfecta entre naranjas y lilas, que añaden un toque mágico a la fotografía.

Todos sabemos que un “look” de novia, no está completo sin dos elementos clave: los zapatos, y el ramo. 

El primer elemento escogido fueron los zapatos, en ningún momento cupo duda que Lupe Ramos Shoes sería quien se encargaría de ponerle el broche a este detalle, zapatos hechos a manos, con mimo y diseños románticos con un toque diferente. Lupe supo escoger de entre todos sus modelos uno que encajaba con los colores que tanto diseñadora, como fotógrafa tenían en mente. Una sandalia de terciopelo en rosa, sencilla a la vez que elegante, mimetizada con el look boho que andábamos buscando. A la sandalia le añadió un toque final, las plumas, elementos muy acordes con la línea editorial, que además aportan vida y movimiento, los mismos que los tejidos del vestido. Era importante que los zapatos (algo muy estático) aportaran la misma fluidez que el vestido, así que basándose en la estética “flapper” de los años 20, pensó que las plumas aportarían alegría, sin romper con la estética deseada.