Ana & Eliseo
mayo 08, 2017
"Hace 8 años, nos
conocimos mi marido y yo una noche tomando unas tapas con un grupo muy amplio
de gente. Nos
presentó una prima segunda mía que por aquel entonces, era la novia de uno de
sus hermanos (y a día de hoy mi cuñada).
Al día siguiente, recibí una
petición de amistad en Facebook y un mensaje de él, en el que me invitaba a tomar café. Yo en aquellos años tenía mi cabeza ocupada
con otro chico y lo rechacé (no le dije ni que sí ni que no, simplemente nunca
contesté a esa petición de amistad).
Durante los siguientes seis años, estuvimos coincidiendo en
misa casi cada domingo, he de decirte que me daba una pereza enorme encontrarme
con él y con sus hermanos en misa, era como sentir sus ojos clavados en mi
nuca, terminada la misa decía hola/adiós y me esfumaba rápidamente, nunca me
paraba a hablar con él, salvo que estuviera mi prima…
El 22 de Septiembre de 2014, una amiga (Raquel) y el que hoy
es su marido (Antonio) amigo de él, organizaron una cena en casa de mi amiga a
la que fue otra pareja (el hermano de mi marido, Jesús y su novia María del Mar) pereza total, dos parejas, él y yo, y mi corazoncito recién partido
en mil pedazos. Me animé y fui finalmente a la cena, no hablamos nada de nada
durante la misma hasta que hábilmente se ofreció a llevarme a casa. Desde esa
noche no nos hemos vuelto a separar ni un día más.
Me enamoraba cada día con mil y un detalles, era simpático,
gracioso, hablador, me animada en todo, guapísimo, sencillo, trabajador e
infinitas cosas más, en definitiva EL HOMBRE DE MI VIDA, no tardé muchos meses
en darme cuenta, ni el tampoco, en que era lo que estábamos buscando el uno
para el otro, y a los pocos meses ya hacíamos planes de futuro."
Así empezó su preciosa historia de amor que terminó en boda.
Ana desde siempre ha tenido clara la
idea de vestido que quería para el día de su boda. "Soy una persona algo
introvertida y seria al principio, además de discreta, no me gusta llamar la atención por eso sabía que quería un vestido sencillo, que fuera yo desde
el principio hasta el final, y con el que me sintiera muy cómoda. Ese día hay
que añadir, que eres el centro de todas las miradas y es por ello por lo que no
quería llamar la atención más de lo debido. También tenía muy claro que
quería un vestido único, así que me dirigí a Carmen Maza, me fui a Sevilla con mi madre y en tan sólo dos horas, salí con el vestido de mis
sueños ya diseñado.
Nada más salir del atelier me
preguntó mi madre lo que me había parecido, le dije que me había encantado, que
me iba feliz porque habían dado exactamente con lo que yo quería. La sensación
era como si me conocieran de toda la vida y hubiera estado en familia eligiendo
mi vestido. Y así fue durante todas y cada una de las pruebas, era como estar entre
primas y amigas.
Un detalle que me gustaría
destacar, es que a las pruebas siempre fui con mi madre y con mi padre, para mi la opinión de mi padre vale mucho, se
que sólo ellos me iban a decir la verdad y me iban a aconsejar con todo el
cariño, es por eso que no invité a ninguna amiga a las pruebas…tan sólo a mi
cuñada Ana el último día para que aprendiera a recoger la cola."
Del peinado se hizo cargo Esther, su peluquera desde que tiene uso de razón, "me entiende como nadie y cuida mi pelo con mucho mimo, tenía que ser ella sí o sí. Tenía claro que quería un moño bajo, raya al lado y algún detalle como alguna trenza, y también a la primera dimos con la tecla."
Los zapatos escogidos fueron de la marca Franjul, rosa pastel, a juego con el chaleco del novio,
los pajes y el ramo de la novia.
Usó la mantilla de su madre y la corona que se puso, era una pulsera de la familia de su cuñada.
Los pendientes fueron un regalo de sus padres. También llevó un broche a modo de detalle en su vestido, una joya de la familia, la cual pertenecía a la tatarabuela de Ana.
El novio llevó un chaqué clásico con chaleco a juego con los zapatos de Ana. Los zapatos del novio eran de la marca Martinelli.
El reloj que llevó era de la pedida, y los gemelos de Carolina Herrera, regalo de Ana.
El reloj que llevó era de la pedida, y los gemelos de Carolina Herrera, regalo de Ana.
Se casaron en Santa María de la Alhambra y Ana me cuenta que desde siempre le había hecho ilusión casarse en la misma iglesia donde sus padres contrajeron matrimonio 42 años antes.
Tanto de la decoración de la iglesia, la celebración así como del ramo de novia y demás detalles florales se ocupó Atrezzo Floristas.
El ramo se lo dio a una de sus mejores amigas, Carmen, con la que ha compartido todos los momentos de su vida desde los tres años.
"Teníamos muy claro que ese día había que disfrutarlo al
máximo y que pasaría muy rápido, así que había que estar atento a cada momento
que pasaba para no perder detalle, para ello fundamental dejar los nervios
fuera.
Eliseo estuvo nervioso hasta que me vio aparecer en la
puerta de la iglesia, me esperaba con su madre emocionado en el altar, y
literalmente dijo “Mira mamá que guapa, es una princesa”, ahí en ese momento
respiró tranquilo y se dejó llevar durante todo el día.
Yo por mi parte no dormí nada, pero fue levantarme y me dije a mí misma: Ana, hoy es tu día, a
disfrutarlo y a pasarlo bien, así que 0 nervios, todo va a salir genial, no va a haber mucha gente para ocuparse y así de tranquila estuve desde que salí de
la cama hasta que terminó el baile y las copas. Todo el mundo destacaba mi
tranquilidad y mi felicidad, no deje de sonreir ni un segundo. Estábamos como
en una nube."
"La verdad es que ese día delegamos todas las tareas entre
nuestros más allegados, así como en los preparativos nos ocupamos de todo
nosotros, tenía claro que si ese día quería vivirlo y disfrutarlo tenia que estar tranquila y confiar en que mis
hermanos y cuñados se ocuparían de aquello que ya no estaba en nuestras manos.
Así fue, salió todo redondo, no nos arrepentimos de que algo saliera mal porque
no hubo nada. Los invitados quedaron encantados y
felices."
¡Felicidades pareja! Que en esta nueva etapa disfrutéis el uno del otro cada segundo del día.
Besitos,
Carmen M.
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