Sonia & Manu

diciembre 13, 2017

Ellos son Manu y Sonia y se conocieron en un cumpleaños de él, "salí con mis amigas en una de las muchas cenas que todo el mundo tenemos por navidad, en la que se acaba en la discoteca que menos te planteas ir; en este caso el Teatro Barceló (para mí seguirá siendo Pachá). No iba allí desde la Universidad! Pero, sin duda, mereció la pena. Cuando fui a pedir una copa, miré a mi derecha y me fijé en que había un niño monísimo… y pensé, ¿por qué no hablarle?  le dije hola y desde ese preciso momento, la vida nos cambió.
Desde entonces, comenzó a escribirme todos los días hasta que un 14 de febrero, ayudado de una sombrerera de Sally Hambleton, me pidió oficialmente si quería ser su novia. A mí me faltó tiempo para decir que sí, al mismo tiempo que me derretía. Me tenía totalmente coladita. 
Fuimos dando pasos hacia querer una vida en común, juntos, hasta que un 19 de marzo, me dio la sorpresa de llevarme a Viena, mi destino especial. Lo que nunca hubiera imaginado es que me iba a pedir matrimonio y de qué maravillosa manera me lo pidió."

Desde el día de la pedida hasta su boda transcurrieron 16 meses.

Manu se centró más en la organización de la luna de miel y Sonia más en los detalles de la boda.

"Tras visitar varias marcas conocidas y no verme identificada en ningún estilo de vestido, decidí hacer caso a la recomendación de una amiga y fui a ver a Laura Monge.
Fue llegar al atelier y sentir que ella era la persona que me iba a hacer el vestido. Comenzamos a hablar de las ideas que tenía en mente y empezó a ganarme cuando con toda franqueza me dijo qué estilos no me favorecían o no me sacaban todo el partido.  Quedamos para una siguiente cita y fue cuando definimos el mismo vestido que llevé el día de mi boda. El boceto nunca contó con tanto detalle, pero cada palabra que decía a mí se me quedaba grabada. Mi madre estaba asustada por lo cargado que quedaría! Plumas en los hombros, bordados en los laterales, espalda y en la parte de atrás, cola desmontable de 3 metros, velo… Pero yo lo visualicé. Sin estar el boceto ni tener otro modelo igual o parecido yo lo vi. ¡Era mi vestido!"


Para el maquillaje Sonia quería que fueran los productos de  Armani, "no debía de cambiar de marca de cosméticos para una día tan importante como el de mi boda. Lola hizo un trabajo tremendo marcando los ojos…mi punto fuerte"

En cuanto a la peluquería confió en Marta, de Fernando Peluqueros." Mi pelo no es nada fácil de trabajar, por ser muy fino, sin embargo, el recogido con volumen que hizo de la nada, fue espectacular. No podría estar más agradecida, ya que, sin su ayuda, hubiera sido imposible que llegara a tiempo vestida a la Iglesia."







Para los zapatos, ella quería llevar sandalias de 9 centímetros de tacón, que es la altura con la que va cómoda.  "Así que cuando vi las magníficas sandalias doradas de  Michael Kors, las elegí sin duda."



El velo y la peina eran también del atelier de Laura Monge.

"Llevé un solitario con diamante que me regaló Manu en la pedida, junto con los pendientes regalados de Swarosky, que no podían combinar mejor."

El color azul sin duda, fue el protagonista de su ramo de novia. Miguel y Óscar, de Arte Floral Miguel Herrera, diseñaron un ramo atendiendo al estilo del vestido y al de la boda general.  "Decidí confiar en ellos, en su gusto y en el saber hacer.. y no me equivoqué. El resultado fue impresionante. Cuando vi el ramo aparecer en casa no podía parar de llorar, pensé que no podía existir un ramo más exquisito y delicado que el mío."




El novio llevó chaqué y camisa a medida  de Fields de color azul. Zapatos de Yanko, y los gemelos eran de Hackett, el pañuelo de Lester y la corbata de Loewe.
En cuanto al reloj elegido, fue un Baume Mercier , regalo de compromiso de Sonia.








Aunque viven en Madrid, la boda se celebró en Málaga, la tierra de Sonia. "Mis dos iglesias preferidas de la ciudad eran la Iglesia del Sagrado Corazón y la Iglesia de los Santos Mártires. Dos estilos distintos pero ambas dos preciosas y cargadas de significado. Dejé la responsabilidad de elegir en Manu, le llevé a las dos para que decidiera cuál le gustaba más y la elegida fue La Iglesia de los Santos Mártires."








"Estaba deseando llegar al altar y eso que el paseo final por la alfombra roja lo hicimos mi padre y yo con paso firme pero tranquilos. Disfrutamos incluso de la marcha nupcial cantada por la soprano.
Los nervios se hicieron más patentes cuando vÍ a Manu, a unos tres metros de mí. Rompí a llorar y recuerdo el beso en la mejilla y cómo me decía al oído, “estás impresionante mi amor”."
















"Recién casados no podíamos parar de mirarnos y sonreír al mismo tiempo. Risas de felicidad, alegría y llenas de admiración el uno por el otro."

Para la celebración, querían que fuera al aire libre, desde el cóctel hasta las copas del baile. Por lo que eligieron el Jardín Botánico de Málaga para la celebración del evento.











Doña Francisquita se encargó del catering. 

"Realizamos el cóctel en un lateral de la Casa Palacio conforme entramos con la canción de “All you need is love” de los Beatles. Luego pasamos a cenar, delante de la Casa Palacio.
Esta imagen era inolvidable, nuestra familia y amigos reunidos disfrutando del momento, las mesas perfectamente dispuestas con los centros de hortensias azules y las velas que atenuaban el ambiente, el piano negro de cola en una de las esquinas y sonando las partituras clásicas y de flamenco que Manuel Butrón, gran pianista gaditano, acompañado de su cajón flamenco, articulaba. Sin palabras."











"Regalamos 3 ramos de rosas blancas a mi abuela y a nuestras madres. No se esperaban nada! Comenzó a sonar la canción de los Ronaldos “no puedo vivir sin ti”, mi abuela aplaudía como si la cosa no fuera con ella y de repente le sorprendimos con el ramo, fue genial. Nuestras madres nos miraban sin entender nada y les entregamos sus ramos. Las caritas de asombro no tenían desperdicio. Y luego… comenzamos nuestra ronda de futuros matrimonios previstos o grandes parejas que queríamos darles un empujoncito, en total, 8 parejas con ramilletes en flores moradas, blancas y amarillas, un toque malagueño para que no se olviden de nuestra boda."






"Nuestros amigos nos sorprendieron totalmente. Con el revuelo de los amigos de Manu intentando quitarle la chaqueta no nos percatamos que gran parte de nuestros amigos no estaba en sus mesas. De repente empezó a sonar la canción de “Son mis amigos” de Amaral y comenzaron a llegar con globos blancos dedicados cantando la canción. Qué momento más especial… fue precioso. Todos saltando, abrazados lanzando los globos hacia el cielo. Fue subidón máximo. Fue una sorpresa súper especial."







"Queríamos bailar un vals lo más corto posible con coreografía sencilla. Elegimos el vals de la película de “Sonrisas y Lágrimas”. Lo disfrutamos con besos incluidos y los comentarios de nuestros amigos."




¡Que seáis super felices pareja!

Fotografía: 4 Events

Besitos
Carmen M.








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